Solvigo es un nematicida-insecticida de acción de contacto y sistémica, con largo efecto residual. Se recomienda principalmente para el control de nematodos e insectos, en los cultivos indicados en el cuadro de recomendaciones. Por su efecto sistémico y solubilidad en agua, resulta apto para la aplicación al suelo.
Solvigo está compuesto por dos ingredientes activos, abamectina y tiametoxam. El primero es un activo de origen natural perteneciente al grupo de las avermectinas que posee un amplio espectro de control sobre nematodos fitopatógenos. El segundo principio activo, tiametoxam, pertenece a la familia de los neonicotinoides y posee un espectro de control de plagas insectiles y con efecto bioactivador. La abamectina por su modo de acción se une a los receptores GABA en la sinapsis inhibida y por otro se une a los receptores H del glutamato en la superficie del músculo. Esto produce un continuo e irreversible flujo de iones cloruro, que van hacia el interior de los tejidos musculares, suprimiendo permanentemente las contracciones de los músculos, visualmente manifestado como parálisis. El tiametoxam actúa en la post-sinapsis e interfiere los receptores de acetilcolina. La veloz acción estomacal y de contacto causa una rápida inhibición de la alimentación y del movimiento, hasta que muere el insecto.
