Mito 3: ¿Los agricultores no se benefician con el uso de la biotecnología?
A partir de 1996, el área mundial dedicada a estos cultivos se ha multiplicado más de 80 veces, hasta llegar en 2010 a los 148 millones de hectáreas en 29 países. Los agricultores de escasos recursos en los países en desarrollo, (como Sudáfrica o Filipinas), representan el 90% de los 14 millones de agricultores que se benefician de la biotecnología a nivel mundial. Los productores han adoptado esta tecnología con mayor rapidez que ninguna otra: ellos saben medir su valor y las ganancias que reciben por su compra.
El Banco Mundial y el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA) coinciden en que el acceso a nuevas tecnologías por parte de los agricultores, es una condición para aumentar la productividad y mejorar la calidad de vida rural. Ya se ha probado que los cultivos biotecnológicos extensivos como el maíz, el algodón, soya y la canola han incrementado la productividad agrícola y los ingresos de los agricultores. Según el reporte de ISAAA del año 2008, entre 1996 y 2007 el uso de la biotecnología representó 44 mil mdd de beneficio económico, el 44% de estas ganancias fueron generados por los incrementos de rendimiento y el 56% por reducción de costos de producción.